Irrigadores dentales
También llamadas popularmente duchas dentales, los irrigadores dentales son instrumentos complementarios para la higiene bucal que emiten un chorro a presión.
Es útil para retirar los restos de comida que queden entre dientes, en los aparatos de ortodoncia o bajo las prótesis.
No deben ser usados en sustitución del cepillo dental o los elementos de higiene interdental, ya sean cepillos interdentales o hilo dental, que están dirigidos a la eliminación específica de la placa bacteriana que queda adherida en los dientes.
En caso de poner antisépticos específicos en el depósito del irrigador puede ayudar también a reducir la placa dental, pero no es suficientemente efectivo si lo usamos solo con agua como elemento único de higiene.
No es indispensable usarlo si se realiza una higiene correcta con el cepillo dental y los instrumentos de higiene interdental.
El chorro del irrigador debe dirigirse perpendicularmente a la zona interdental, durante dos segundos en cada espacio. Si lo utiliza, recomendamos usarlo antes del cepillado para haber eliminado los restos de comida y aplicar directamente el cepillo dental sobre la placa bacteriana que hemos de eliminar mecánicamente.