¿Sabe que muchos problemas dentales no se asocian a dolor bucal?

21 de junio de 2022

Hoy queremos hacerle llegar algunos signos que puede hallar en su boca que indican que su boca puede tener problemas, aunque no tenga dolor.

Las encías sanas no sangran nunca. Cuando hay sangrado al cepillarse los dientes o pasar la seda dental, hay inflamación. Esta inflamación de las encías puede ser superficial (gingivitis)o puede afectar a la sujeción del diente (periodontitis). No espere a hacer tratamiento cuando tenga dolor, ya que prácticamente nunca se produce dolor cuando hay una enfermedad de las encías.

Las encías sanas no sangran nunca. Cuando hay sangrado al cepillarse los dientes o pasar la seda dental, hay inflamación. Esta inflamación de las encías puede ser superficial (gingivitis)o puede afectar a la sujeción del diente (periodontitis). No espere a hacer tratamiento cuando tenga dolor, ya que prácticamente nunca se produce dolor cuando hay una enfermedad de las encías.

Puede ser que vea que sus dientes se han reducido de tamaño, cada vez son más cortos y cuadrados, o quizás se ven menos al sonreír o al hablar.

En muchos casos se debe al desgaste del diente por apretamiento o bruxismo. También puede verse facilitado por los ácidos en la boca.

Siente molestias con los cambios de temperatura, contacto, ácidos o dulces.

Puede estar en relación con enfermedades de las encías que dejan más diente al descubierto, desgaste del esmalte o con caries dental.

La causa más frecuente del mal aliento son las enfermedades de las encías. Las bacterias quedan acumuladas sobre los dientes y dorso de la lengua, produciendo, en su metabolismo, gases que producen el mal olor bucal.

También puede estar en relación con la alimentación, tabaco, boca seca, caries dentales, enfermedades respiratorias, dietas hiperproteicas, diabetes.

Puede ser debido a productos de la dieta que se depositan sobre la superficie de los dientes, como los que se producen en personas que toman té u otras infusiones coloreadas, café, o medicaciones como el hierro por vía oral. También el tabaco oscurece los dientes. Estas coloraciones se eliminan con la higiene dental profesional.

Hay otros cambios de color que están en relación con el propio diente, como cuando hay problemas del nervio del diente, tras tratamientos dentales o traumatismos. En estos casos no será suficiente la higiene, y se requerirán tratamientos de blanqueamiento profesionales.

Se produce por enfermedades, como diabetes o enfermedades reumáticas, y pueden también producirse por medicaciones como antidepresivos, diuréticos y quimioterapia.

Las llagas que duran más de 15 días deben siempre ser revisadas por el odontólogo o médico.

Recuerde la importancia de la prevención con visitas periódicas al dentista.