Anticoagulantes y salud dental

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Los anticoagulantes influyen en la salud dental y sus tratamientos

25 de junio de 2019

Cada vez más, vemos pacientes que han de usar anticoagulantes que su médico les ha indicado para el control de enfermedades generales, como, por ejemplo, para ciertas  patologías cardiacas.

Algunos tratamientos dentales, como por ejemplo extracciones o raspados gingivales, producen habitualmente sangrado, que se detiene al poco tiempo, si la coagulación es correcta.

Cuando el paciente usa sintrom® o acenocumarol, se incrementa el riesgo de sangrado. Por esto, realizamos un control del INR, en la propia consulta, antes del tratamiento. El INR nos indica el riesgo de sangrado. El índice en una persona sin alteración de la coagulación es de 1; en general, en los pacientes que usan sintrom®, podemos realizar tratamientos en la clínica si el INR es inferior a 3. En cualquier caso, recomendamos realizar los tratamientos durante la mañana para el control del sangrado durante el día.

Más recientemente se han comercializado otros anticoagulantes orales, como dabigatrán, rivaroxabán, apixabán, exoxabán.  En estos casos, no podemos guiarnos por el INR, y debemos seguir las indicaciones que nos dé el cardiólogo del paciente. Sin embargo, a modo orientativo para el profesional de la odontología, la Sociedad española de Cardiología ha creado una app (Rev Esp Cardiol. 2018;71:553-64) que ofrece una orientación de cómo actuar en los pacientes que toman esta medicación, en función del tratamiento a realizar. Si el riesgo hemorrágico es bajo, no debe suspenderse el uso del fármaco, ya que estaríamos incrementando el riesgo de tromboembolismo. En los otros casos, es indispensable el consejo del médico del paciente para reducir los riesgos lo máximo posible.

En todos los casos, recomendamos realizar los tratamientos por la mañana y hacer un control del sangrado durante el día. Podemos ayudarnos de compresión con ácido tramexánico.

Es importante que el paciente lleve a la consulta toda la medicación que le ha sido prescrita, así como los informes que pueda tener del médico.  Esta información, junto con la historia clínica realizada en la clínica dental, permitirá reducir el riesgo de sangrado al realizar procedimientos dentales. Y, como siempre, si se producen cambios médicos o de medicación a lo largo del tiempo, es importante que avise a su odontólogo.

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