¿Cuáles son los 12 errores más frecuentes de la higiene dental en los niños?
Errores y soluciones para mejorar la conducta preventiva
3 de agosto de 2020
Los hábitos de prevención se adquieren desde la infancia. Por este motivo, es esencial conocer en qué nos podemos equivocar, para poder modificar nuestra conducta preventiva y ofrecer la mejor salud.
Tengamos en cuenta los 12 errores más frecuentes de la higiene dental de los niños:
- Dejar que los niños se cepillen sin supervisión.
Todo aprendizaje requiere una supervisión. Al principio, tendrá poca habilidad para retirar la placa, pero irá acostumbrándose a usar el cepillo.
En función de la habilidad manual del niño, éste será cada vez más eficaz en la eliminación de placa, y debemos irle acompañando en su evolución.
En la adolescencia no habrá que supervisar su habilidad manual, sin embargo, es recomendable controlar la frecuencia de cepillado. - Poco tiempo de cepillado.
Retirar la placa requiere al menos 2 minutos dos veces al día. - No seguir un orden, necesario para no olvidar ninguna zona.
Para evitar dejar zonas sin limpiar, es bueno establecer un recorrido del cepillo, empezando, por ejemplo, por las caras externas de los dientes, desde la zona más posterior de la última muela para ir siguiendo hasta la última cara del diente del lado opuesto. Después el recorrido se hace del mismo modo por la parte interna de los dientes. Debe hacerse tanto en la arcada superior como inferior. No hay que olvidar la cara que mastica. - Saltarse el cepillado por la noche. No seguir una rutina.
No seguir una rutina horaria, facilita el despiste. Es especialmente importante la higiene nocturna, porque pasa más tiempo sin cepillado y por reducción del flujo salivar. - No usar pasta con flúor o usar una dosis inadecuada.
A partir de los tres años se recomienda usar dentífrico de 1000 a 1450 ppm de fluor.La cantidad a usar es la del tamaño de un guisante.
A partir de los 6 años se recomienda pasta con 1450 ppm de fluor, también la cantidad equivalente a un guisante. - Elegir un cepillo de cabezal muy grande o de demasiada dureza. No cambiar el cepillo cada 3 meses.
Debemos controlar también el estado de los utensilios de limpieza para asegurar su eficacia e higiene. - No iniciar la higiene bucal desde el nacimiento y no iniciar el cepillado desde la aparición del primer diente.
Es recomendable limpiar las encías del bebé una vez al día con una gasa húmeda o un dedal de silicona específico, por ejemplo, en el momento del baño.
A partir de la erupción del primer diente, ya se debe cepillar con un cepillo dental suave. - Mojar el cepillo antes de aplicar la pasta. Enjuagarse tras el cepillado.
Se puede escupir el sobrante de la pasta, pero no es recomendable enjuagarse para que el dentífrico haga su acción preventiva. - Cepillar sólo los dientes que se ven.
Es especialmente importante supervisar este aspecto en adolescentes. - Olvidar cepillarse la lengua.
La lengua contiene gran cantidad de bacterias. Sólo necesitamos tres pasadas del cepillo en la lengua: uno central, y lateral derecho e izquierdo. Insistir excesivamente irritaría la lengua. - No complementar el cepillado con el uso de seda dental.
La higiene interdental es tan importante como el cepillado dental. Hay que acceder a todas las caras visibles del diente. - No dar importancia al cepillado desde la infancia.