Si en estos momentos está planificando un embarazo, es recomendable que realice una visita a su dentista o periodoncista para que le haga una valoración de su situación bucal, con especial atención a sus encías, y que realice el tratamiento necesario antes de iniciar el embarazo. Con ello, no sólo estará cuidando su boca, sino que estará ayudando a evitar un parto prematuro o tener un bebé de bajo peso.
En caso de tener gingivitis antes del embarazo, esta debe ser tratada por un profesional, eliminando la placa bacteriana que la produce, a la vez que se instauran unas pautas de higiene en el hogar que prevengan su nueva acumulación.
Es recomendable cepillarse los dientes al menos dos veces al día y limpiar también entre los dientes con seda dental o cepillos interdentales.
En caso de estar ya embarazada, si su dentista ha detectado algún problema como caries, gingivitis o periodontitis, puede realizar el tratamiento durante el embarazo, especialmente entre la semana 14 o la 20, ya que en este periodo se ha demostrado que es seguro para la madre y para el feto.
Si por el embarazo siente náuseas, procure cepillarse en el momento del día en que se sienta mejor y hágalo sin pasta de dientes. Si tiene vómitos, tenga en cuenta que el ácido puede favorecer la caries y la erosión dental. Por ello, intente enjuagarse la boca después del vómito con agua en la que haya disuelto una cucharadita de bicarbonato, y postponga el cepillado dental unos 30 minutos.
Para reducir el riesgo de caries, evite comer entre horas o tomar bebidas dulces o carbonatadas.