Cuidado y reciclaje de los cepillos dentales

Cuidado y reciclaje de los cepillos dentales

Un buen cuidado de los cepillos dentales garantiza una buena salud bucodental

25 de mayo de 2018

Sabemos que debemos cepillarnos los dientes y, a veces, hasta nos han explicado varias veces cómo hacerlo. Pero también es importante tener en cuenta cómo mantener los instrumentos que usamos para la higiene para que sean efectivos, y, así, el tiempo que le dedicamos se aprovechará al máximo.

Antes de cepillarnos los dientes es recomendable lavarnos las manos para evitar contaminar el cepillo con productos del exterior.

Cuando nos cepillamos los dientes con cepillo manual o eléctrico, los adultos ponemos aproximadamente la cantidad equivalente a un guisante de pasta de dientes sobre el cepillo seco para luego repartirla con el movimiento de higiene por toda la boca. Las bacterias entran en el cepillo dental. Por ello, una vez empleado, hemos de aclararlo bien bajo el grifo para eliminar bacterias, materia orgánica y dentífrico; posteriormente debe guardarse verticalmente, sin contacto con otros cepillos que pueda haber y alejado del WC.

Lo ideal es que el cepillo quede seco, por lo que hay personas que prefieren tener dos cepillos de dientes para irlos alternando y así permitir usar un cepillo seco cada vez. Aunque lo mejor es que se seque lo máximo posible al aire libre, cuando tengamos que llevar el cepillo en el bolso o de viaje puede ponerse su capuchón de plástico.

Los cepillos interdentales también deben limpiarse frotándolos con los dedos bajo el grifo y, a ser posible, dejarlos secar.

El hilo o cinta dental de aproximadamente 30 cm es de un solo uso.

Cualquier cepillo dental, si se desea, puede desinfectarse tras su uso con soluciones antisépticas como las de clorhexidina al 0,12% o de vinagre blanco al 50%. Esto sería especialmente importante en personas enfermas inmunodeprimidas. Eliminar las bacterias del cepillo evitaría la diseminación de las bacterias causantes de patologías orales o generales. Lograríamos que las bacterias que quedasen en el cepillo volvieran a la boca para infectar nuevos lugares.

Desaconsejamos usar el microondas o el lavavajillas para la limpieza de los cepillos dentales.

Los cepillos o cabezales es recomendable cambiarlos cada 3 meses, aunque dependerá del tiempo de cepillado. Es indispensable que no queden con las cerdas abiertas, porque pierden su efectividad en la eliminación de la placa bacteriana y pueden producir lesiones en las encías. Algunos cepillos tienen también cerdas coloreadas que cambian de tono cuando debe ser cambiado el cepillo.

Recuerda reciclar el cepillo de dientes en el contenedor gris y el tubo de pasta vacío en el amarillo.

Si necesitas más información, en Clínica Vallcorba te ofrecemos nuestro asesoramiento.

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